En artículos recientes comentaba sobre los beneficios que puede traer una imagen positiva para todos aquellos que ven a ésta como una cuestión de querer más que de poder. De actitud más que de aptitud.
Ser carismático es uno de los más grandes anhelos que desean las personas que quieren y que están conscientes que su imagen personal no es perfecta pero puede ser perfectible. Conocen sus fortalezas y áreas de oportunidad, y en consecuencia, actúan.
El carisma no es agradar a todas las personas sino agradar más fácilmente a los demás, reduciendo el posible rechazo de otros. Es lograr captar la atención de los demás de manera instantánea, inspirándoles confianza y seguridad.
Aclaro. Para tener una imagen ejecutiva carismática es necesario, primero, autoconocerse. De nada sirve fingir algo que no se es aunque se quiera hacerlo. ¿Entonces si mi personalidad no es carismática, nunca podré llegar a ser carismático?
Así como el liderazgo, el carisma se puede desarrollar cada vez más y mejor pero siempre partiendo de lo que es uno. De la esencia. No se trata de ponerse máscaras sino tener más inteligencia social.
Consejos para desarrollar una imagen ejecutiva carismática –con inteligencia social:
1. Mostrarse confiado: mostrar confianza inspira fe a los demás en tus habilidades, en lo que haces.
2. Estar relajado: proyectar energía positiva a los demás en lugar de ansiedad y estrés.
3. Lenguaje corporal:
a) Tener una buena postura: no es tener una postura rígida al caminar o al sentarse sino tener una postura natural, derecha.
b) Saludo de mano firme y contacto visual: expresar agrado y atención al conocer a alguien.
4. Tratar a todos por igual: y con respeto, sin importar su clase social o nivel intelectual.
5. Expresar emociones: ser genuino sintiendo emociones como alegría, miedo, frustración, enojo, evitando suprimirlas y siempre controlándolas pensando en las consecuencias.
6. Pensar antes de hablar: suena sencillo pero esto implica un cambio de mentalidad. Es mejor guardar silencio cuando no se tiene algo importante que decir.
7. Hablar con seguridad: y hablar claramente variando el tono, ritmo, volumen y énfasis en las palabras. A veces lo repetitivo, aburre.
8. No copiar otras personalidades carismáticas: somos diferentes y tenemos diferentes formas de agradar a los demás con inteligencia social.
9. Tener un mensaje: no tener miedo de ser controversial. Si crees en algo, comunícalo a otros de forma respetuosa sin apasionarse.
10. Sonreír: tener una sonrisa natural, que nazca del corazón y no nada más que sea de dientes para afuera.